Cómo elegir el tono de colorete

Cuando vayas a elegir un nuevo tono de colorete, tienes que tener en cuenta algo más que tu color favorito: el tono por el que te decidas pude determinar el look final de tu rostro.

Rosa: dará a tu rostro un suave aire juvenil. Opta por una fórmula en crema para dar a tu tez un acabado delicado y jugoso. Aplícalo en las mejillas y extiéndelo con las yemas de los dedos o con una esponjita de maquillaje. Difumina el colorete hacia las sienes con movimientos suaves, pero mantén la mayor parte del color en las mejillas.


Rojo: El rojo te proporcionará un rubor, aunque también puede resultar excesivamente llamativo. Para que el acabado sea más sutil, usa un colorete en gel o líquido, que te dejará sobre la piel un delicado velo translúcido. Extiéndelo sobre las mejillas y a lo largo del hueso del pómulo, en dirección a las sienes. Aplícalo con los dedos, con ligeros golpecitos y movimientos circulares.

Bronceado: El colorete de color terracota es perfecto para conseguir un aspecto bronceado. Te proporcionará un saludable tono moreno, haga el tiempo que haga. A diferencia del rosa y del rojo, el colorete marrón puede extenderse sobre todo el rostro. Utiliza una fórmula en polo y aplícalo con una brocha sobre las mejillas y la frente y a lo largo de la nariz.


Ciruela: Opta por un ciruela o morado cuando quieras un maquillaje que destaque. Ambos colores son perfectos para una gran noche, y quedan muy bien sobre pieles oscuras.



Fucsia: El color fucsia resulta muy juvenil, y es el que debes buscar si quieres que tus mejillas se conviertan en el centro de atención del rostro. Utiliza tonos neutros para el resto del maquillaje, así evitarás que el maquillaje te quede demasiado sobrecargado.


Coral: Este color dará vida a tu rostro al instante y proporcionará a tu piel un tono melocotón que hará que irradies frescura. Es una buena opción si buscas un look radiante sin tener que emplear mucho maquillaje.



Sea cual sea el color que decidas, la moderación es la clave para una buena aplicación del colorete.

Mitos sobre el maquillaje



Hay consejos que nos han dado o simplemente conocemos que siempre se han dado por verdaderos, como buenos consejos a la hora de maquillaje, pero aquí los desmentimos, estate atenta y toma nota:

1. La base se aplica en la muñeca.
Siempre que vamos a una tienda donde hay bases para probar, tendemos a aplicar un poco en la muñeca o en la mano y extenderla para así saber cuál es el color de base que usar. Esto es incorrecto, ya que el tono de piel en la mano o muñeca es diferente al de la cara. Para hacer una prueba válida de base deberías aplicártela en los lados de la cara, cerca de la mandíbula.
2. El corrector se aplica antes que la base.
Otro mito, el corrector se aplica antes o después de la base, es cuestión de gustos. Se suele usar antes en casos como ojeras muy marcadas, ya que a veces se suele usar dos veces, teniendo cuidado de que no se note.
3. Una buena sombra de ojos tiene que ser del mismo color de ojos.
Las sombras no dependen del color de los ojos, sino del tono de la piel, el estilo de la persona y la ocasión. Las sombras de colores se inventaron pasa usarlas, juega con ella y combínalas.
4. No todas pueden usar pintalabios rojo.
¡Cómo que no!, hay una extensa gama de rojos, cada uno idóneo a nuestro tono de piel.
5. Hay que usar siempre el delineador de labios para conseguir perfección en ellos.
Mentira, no todas las maquilladoras lo utilizan. Los casos que no se suele usar, por ejemplo, cuando el tono que de labios es similar al que te vas a pintar. Es recomendable cuando se usan colores fuertes o cuando quieres conseguir unos labios definidos.
Prohibido usar un delineador oscuro y una barra de labios más claro, totalmente pasado de moda. Tiene que ser del mismo color que la barra de labios, un color un poco más pálido o uno neutral.

Labios perfectos paso a paso

Para que obtengas el mejor resultado, es imprescindible que tengas unos labios suaves y tersos. Empieza eliminando las pielecillas secas con un cepillo de dientes suave y agua tibia, masajeándotelos suavemente con movimientos circulares.

  1. Empieza aplicándote sobre los labios un bálsamo nutritivo para que queden suaves e hidratados, hazlo dando ligeros golpecitos con el dedo y espera un poco a que el bálsamo se haya absorbido. Es preferible que el bálsamo sea transparente para que no modifique el color natural de tus labios.

  2. Con un perfilador del tono del pintalabios, repásate la línea exterior de la boca empieza en el labio superior y avanza hacia las comisuras. Pasa luego al labio inferior y avanza de un ángulo al otro mediante trazos cortos y ligeros.

  3. Aplica la pintura de labios directamente de la barra. Empieza por el labio superior tan cerca de la línea de la boca como puedas. Repite la operación en el labio inferior. Si deseas un color más intenso, aprieta los labios interponiendo entre ellos un pañuelo de papel doblado y aplica luego una segunda capa.

  4. Con un pincel para labios, extiende el color de la barra hacia el margen exterior y hacia los ángulos de la boca; de esta manera obtendrás una cobertura más uniforme. Añade un toque de brillo en el centro del labio y extiéndelo bien para aportar a tu boca volumen extra.
Para un acabado lo más uniforme posible y brillante, aplícate una base de labios antes de pintártelos; de este modo tendrás unos labios sin grietas suaves como la piel de un bebé.

Tratamiento facial casero paso a paso

Antes de empezar, retírate el pelo hacia atrás para dejar el rostro despejado. Lávate las manos, quítate le maquillaje y límpiate bien la cara con agua templada.
  1. Elimina cualquier resto de suciedad y de células muertas de la piel. Aplícate con los dedos un exfoliante en toda la cara, realizando un masaje ligero y evitando el área de los ojos. Aclárate luego la cara con agua y templada

  2. Llena un bol grande con agua muy caliente (hiérvela y déjala reposar un momento). Cúbrete la cabeza con una toalla e inclínate sobre el bol para que se abran y limpien los poros al menos 20 minutos. Al cabo de unos mintos acárate con agua fría. Evita este paso ti tienes venitas rotas, podrían empeorar.

  3. Aplícate una mascarilla facial apropiada para tu tipo de piel evitando la zona de los ojos y de los labios y déjatela puesta todo el tiempo que sea necesario; al mismo tiempo puedes tratar la hinchazón de los ojos con dos rodajitas de pepino frío, por ejemplo. Aclárate con agua fría.

  4. Termina el tratamiento facial con una crema hidratante. Aplícatela mediante movimientos circulares y una suave presión, para que penetre en la piel. Esto hará que la sangre afluya a la superficie y te proporcionará un saludable rubor.
Procura no ponerte maquillaje durante las primeras horas después de un tratamiento facial.