Sujeta todo el cabello con ganchos o una banda, o quizá quieras meterlo en una bolsa para el cabello. Lava tu cara con suficiente agua y jabón. Elige un jabón en las tiendas de productos naturales, según el tipo de tu piel.
Cuando hayas lavado bien tu rostro con agua fría. Procedes a terminar la limpieza con un poco de tu crema limpiadora aplicándola con una motita de algodón y retira con un poco de agua tibia.
Es hora de exfoliar, para ello utiliza un poco de yogurt y una cucharadita de azúcar, aplicando suavemente sobre la piel y deja estar por media hora.
Mientras pones a hervir agua con té de manzanilla, dejas que hierva y cuando acabe de dar el segundo hervor la retiras de la estufa y la pones sobre una mesa que esté firme y sin peligro de que te quemes. Acercas el rostro al vapor y pones una toalla inclinando la cara a donde el valor sale de la olla y cubriéndote la cabeza y cara con la toalla formas una parte encerrada tu y el vapor. Deja que el vapor haga su trabajo hasta que el agua se empieza a entibiar alrededor de 5 a 10 minutos.
Ahora lavas con agua tibia y retiras el exfoliante, te secas sin frotar con una toalla facial suave.
Aplicas una mascarilla para tu tipo de rostro, dejas estar el tiempo que es necesario y te recuestas a esperar que haga su efecto, alrededor de 20 minutos.
Pon música suave, y olvida lo demás. Cuando haya transcurrido el tiempo la retiras y lavas el rostro según las instrucciones.
Aplicas tu crema humectante y tu piel tendrá una apariencia luminosa y saludable.